Buenos días! Es un placer para nosotros participar de estas Jornadas. Hemos encontrado propuestas muy interesantes que nos desafían a seguir actualizando nuestras prácticas docentes. Nos mantenemos en contacto por este medio, cualquier comentario nos va a ayudar a seguir transitando este camino! Gracias!
Charis Maricel Guiller
2 noviembre, 2017 at 3:33 pm
Hola Graciela! Bienvenida! Soy Charis Guiller moderadora de este foro. te agradezco tu presentación, invito a los demás autores del trabajo a presentarse, así como a los participantes a estas Jornadas a dejar sus aportes y preguntas sobre la ponencia para enriquecer este espacio!
Los esperamos!
Saludos!
Rafael Adrián Cornejo Endara
2 noviembre, 2017 at 3:44 pm
Buenos días a todos es un placer poder compartir estos espacios que nos permiten seguir pensando y problematizando nuestra tarea docente.
María Lorena Guglielmone
2 noviembre, 2017 at 5:27 pm
Buenas tardes, leí el trabajo completo ya que me interesa la utilización de la tecnología en la educación matemática, tema que estoy desarrollando en mi tesis de Maestría y, cuya primera etapa presenté como ponencia en esta mesa 7 (¡los invito a leerla!).
Observo un trabajo muy detallado en cuanto a los aspectos de la herramienta utilizada, pero quisiera saber qué piensan hacer con eso que saben: la dificultad que tienen los alumnos para describir analíticamente las regiones en R2, condición previa y necesaria para «usar bien la herramienta». Observo que la herramienta simplifica y mucho la gráfica de regiones en el espacio, pero no influye sobre el problema de base: la conversión entre los registros (algebraico y gráfico).
En mi segunda etapa de tesis, la cual estoy desarrollando actualmente, trabajo también la conversión entre registros, pero en mi caso el simbólico y coloquial, no solo la conversión, sino también la representación y tratamiento al interior de cada registro, en particular el simbólico, claro. Una de las dificultades que vengo observando hace mucho tiempo en el desarrollo de las clases de matemática en el nivel superior (me desempeño hace 15 años como docente universitaria), esa distancia que existe entre lo que decimos oralmente usando el lenguaje natural y lo que dejamos por escrito en el pizarrón, que -en general- es en lenguaje simbólico. Los docentes muchas veces no nos damos cuenta de esa distancia y hasta nos resulta natural la conversión entre los distintos registros, pero para los alumnos ese es un tema crucial en el estudio y comprensión de la teoría matemática y también de la práctica misma. Como afirma Duval, la habilidad para cambiar de registro de representación es un tema crucial en la educación matemática, pero no siempre se lo tiene en cuenta en la enseñanza, ya que se lo suele naturalizar y no se profundiza en su complejidad, transformándose, a decir de Duval, en el «umbral de la comprensión» para los alumnos.
Y a la pregunta que se hacen en la ponencia: ¿Es importante, en los tiempos actuales, tener la habilidad de graficar sin utilizar un software? Mi respuesta es un rotundo ¡NO! Aquí les dejo una nota de hoy del diario El País de España, muy interesante y que, creo, nos hace reflexionar sobre la enseñanza actual de la matemática: https://elpais.com/economia/2017/10/30/actualidad/1509378342_617037.html
Graciela Paolini
2 noviembre, 2017 at 9:07 pm
Hola, María Lorena! Leí tu trabajo en esta mesa y lo comenté. Esa distancia que notás entre lo que decimos y lo que escribimos también lo detectamos nosotros. Un alumno, por ejemplo, me dijo «Ud escribe una cosa y dice otra» porque yo escribía «tres pi sobre dos» y decía «tres medios de pi». En este caso los alumnos son más grandes, ya tienen aprobadas, además de la nivelación, dos materias de matemática de su carrera. Igual tienen problema con los distintos registros.La forma que trabajamos con la herramienta es la siguiente: la descripción de la región en el plano como «Tipo I» o «tipo II» la hacen analíticamente a partir del gráfico en el plano, recuperando habilidades usadas en el cálculo de área en Análisis Matemático I (una de las materias que tienen aprobada). Ahora, incorporando la coordenada z, representan la región en R3. Al usar la herramienta pueden verificar si las dos descripciones que encontraron corresponden a la misma región en el espacio. Si no es así, tienen la posibilidad de reflexionar sobre lo que hicieron, hacer ajustes si encuentran el error y volver a probar. Es una forma de trabajar la autonomía (que tanto les cuenta), aprender de sus errores y hacer ajustes. Nosotros les pedimos que, una vez que llegaron al resultado correcto, justifiquen analíticamente los pasos de la descripción que ya saben que es correcta.La herramienta ayuda al proceso, pero no reemplaza el análisis que tienen que hacer los estudiantes para relacionar los dos registros. Creemos que fomentar que se animen a explorar, ser autónomos y aprender de sus errores en estas pequeñas actividades, los puede ayudar en su formación como futuros ingenieros, que necesitan estas competencias en su vida profesional. Como te pasa a vos, también encontramos docentes que no apoyan el uso de estas herramientas y prefieren que grafiquen «a mano» (Y no es un problema de generación, yo llevo 32 años en la docencia universitaria…»casi todos» son más jóvenes que yo!!). No sé si respondo a tu pregunta. Cualquier duda, nos mantenemos en contacto. Gracias por la nota del diario! Saludos desde Bahía Blanca hasta Entre Ríos!!! Graciela.
Graciela Paolini
2 noviembre, 2017 at 9:11 pm
Por las dudas, el e-mail de contacto que aparece a la derecha, no es el nuestro (dice julio.romero@gmail). Los correctos los pueden encontrar en el trabajo, o en la esquina inferior derecha del poster. Graciela.
Ana Inés Cocilova
2 noviembre, 2017 at 9:55 pm
Hola a todos! Es un placer participar de estas Jornadas, es muy rico el intercambio que se produce a partir de la socialización de experiencias e investigaciones sobre el uso educativo de la tecnología, y la posibilidad de disponer de espacios de diálogo.
Nos seguimos leyendo, cariños, Ana
Ana Inés Cocilova
2 noviembre, 2017 at 10:35 pm
Hola María Lorena! Muchas gracias por haber leído y comentado nuestro artículo. La nota del diario que compartís creo que coincide con el espíritu de lo que quisimos transmitir desde la pregunta que elegimos para título (y que fue motivación) de nuestra ponencia. Muy interesante! (me la llevo para usar como material desde el cual reflexionar sobre el uso de la tecnología con mis alumnos de profesorado en matemática).
Con respecto a la dificultad que detectamos en nuestros estudiantes para coordinar ambos registros, en esta primer oportunidad hemos puesto en marcha esta herramienta como un paliativo que posibilita que gracias a la lectura de la información que los alumnos obtienen del gráfico que la herramienta les devuelve, ellos puedan plantear y calcular, cuando sea necesario, las integrales dobles y triples que son algunos de los contenidos que nos proponemos estudiar en las cátedras de análisis para las cuales diseñamos la herramienta. Somos conscientes de que esta herramienta, aunque útil, no resuelve el problema de fondo, y estamos abordando en este momento un trabajo de investigación desde el cual estudiar esta problemática, seguramente más adelante podremos tener alguna primer aproximación a una respuesta a tu pregunta…
Saludos!! Ana
María Lorena Guglielmone
2 noviembre, 2017 at 11:36 pm
Hola Graciela y Ana!!
Recién caigo que ustedes comentaron mi trabajo, ¡qué despiste el mío! ¡¡Perdón!! Ya con la nota del diario las habré hartado jeje
Tomo algo que me encantó de lo que comentaste Graciela, eso que te dijo un alumno «usted escribe una cosa y dice otra». Entiendo que si un alumno se «animó» a decirte algo así, es porque vos le habilitaste el espacio para que lo haga y ello ya es importantísimo. Creo que una de las claves para darnos cuenta de lo que «pasa por la cabeza de nuestros alumnos» es permitirles que nos lo cuenten, que nos digan qué piensan, qué sienten, qué entienden y qué no. Crear un vínculo de confianza docente-alumnos es esencial para poder avanzar en propuestas que (nos) permitan trabajar desde las dificultades y necesidades de nuestros alumnos. Digo esto porque en mi institución la mayoría de los chicos no se anima a plantear lo que no entienden, simplemente escuchan las clases, copian lo que el docente escribe en el pizarrón, automatizan respuestas y luego, con suerte, se estudian de memoria la teoría y la pasan. Con la práctica no hay mucha vuelta, es cuestión de que practiquen, a pesar de no entender ni lo que hacen, y luego repitan todo eso en un examen parcial o final. Esa es la matemática que estamos enseñando, una matemática que lo único que promueve es desinterés, frustración y hasta cierto «odio» por saber que deben estudiar algo que no le ven ninguna utilidad. Capaz que suena un poco fuerte lo que digo, pero es lo que pienso… y por decirlo me quedé solita con mis ideas 🙁
Graciela Paolini
3 noviembre, 2017 at 8:46 am
Hola, María Lorena! No estás solita! Estoy de acuerdo con vos, y en nuestra institución también hay docentes que «enseñan la matemática» que vos decís.También ese puede ser el motivo que haya alumnos que no se «enganchen»: pueden elegir otra comisión y aprobar estudiando de memoria. Änimo y nos seguimos comunicando!!
Buenos días! Es un placer para nosotros participar de estas Jornadas. Hemos encontrado propuestas muy interesantes que nos desafían a seguir actualizando nuestras prácticas docentes. Nos mantenemos en contacto por este medio, cualquier comentario nos va a ayudar a seguir transitando este camino! Gracias!
Hola Graciela! Bienvenida! Soy Charis Guiller moderadora de este foro. te agradezco tu presentación, invito a los demás autores del trabajo a presentarse, así como a los participantes a estas Jornadas a dejar sus aportes y preguntas sobre la ponencia para enriquecer este espacio!
Los esperamos!
Saludos!
Buenos días a todos es un placer poder compartir estos espacios que nos permiten seguir pensando y problematizando nuestra tarea docente.
Buenas tardes, leí el trabajo completo ya que me interesa la utilización de la tecnología en la educación matemática, tema que estoy desarrollando en mi tesis de Maestría y, cuya primera etapa presenté como ponencia en esta mesa 7 (¡los invito a leerla!).
Observo un trabajo muy detallado en cuanto a los aspectos de la herramienta utilizada, pero quisiera saber qué piensan hacer con eso que saben: la dificultad que tienen los alumnos para describir analíticamente las regiones en R2, condición previa y necesaria para «usar bien la herramienta». Observo que la herramienta simplifica y mucho la gráfica de regiones en el espacio, pero no influye sobre el problema de base: la conversión entre los registros (algebraico y gráfico).
En mi segunda etapa de tesis, la cual estoy desarrollando actualmente, trabajo también la conversión entre registros, pero en mi caso el simbólico y coloquial, no solo la conversión, sino también la representación y tratamiento al interior de cada registro, en particular el simbólico, claro. Una de las dificultades que vengo observando hace mucho tiempo en el desarrollo de las clases de matemática en el nivel superior (me desempeño hace 15 años como docente universitaria), esa distancia que existe entre lo que decimos oralmente usando el lenguaje natural y lo que dejamos por escrito en el pizarrón, que -en general- es en lenguaje simbólico. Los docentes muchas veces no nos damos cuenta de esa distancia y hasta nos resulta natural la conversión entre los distintos registros, pero para los alumnos ese es un tema crucial en el estudio y comprensión de la teoría matemática y también de la práctica misma. Como afirma Duval, la habilidad para cambiar de registro de representación es un tema crucial en la educación matemática, pero no siempre se lo tiene en cuenta en la enseñanza, ya que se lo suele naturalizar y no se profundiza en su complejidad, transformándose, a decir de Duval, en el «umbral de la comprensión» para los alumnos.
Y a la pregunta que se hacen en la ponencia: ¿Es importante, en los tiempos actuales, tener la habilidad de graficar sin utilizar un software? Mi respuesta es un rotundo ¡NO! Aquí les dejo una nota de hoy del diario El País de España, muy interesante y que, creo, nos hace reflexionar sobre la enseñanza actual de la matemática:
https://elpais.com/economia/2017/10/30/actualidad/1509378342_617037.html
Hola, María Lorena! Leí tu trabajo en esta mesa y lo comenté. Esa distancia que notás entre lo que decimos y lo que escribimos también lo detectamos nosotros. Un alumno, por ejemplo, me dijo «Ud escribe una cosa y dice otra» porque yo escribía «tres pi sobre dos» y decía «tres medios de pi». En este caso los alumnos son más grandes, ya tienen aprobadas, además de la nivelación, dos materias de matemática de su carrera. Igual tienen problema con los distintos registros.La forma que trabajamos con la herramienta es la siguiente: la descripción de la región en el plano como «Tipo I» o «tipo II» la hacen analíticamente a partir del gráfico en el plano, recuperando habilidades usadas en el cálculo de área en Análisis Matemático I (una de las materias que tienen aprobada). Ahora, incorporando la coordenada z, representan la región en R3. Al usar la herramienta pueden verificar si las dos descripciones que encontraron corresponden a la misma región en el espacio. Si no es así, tienen la posibilidad de reflexionar sobre lo que hicieron, hacer ajustes si encuentran el error y volver a probar. Es una forma de trabajar la autonomía (que tanto les cuenta), aprender de sus errores y hacer ajustes. Nosotros les pedimos que, una vez que llegaron al resultado correcto, justifiquen analíticamente los pasos de la descripción que ya saben que es correcta.La herramienta ayuda al proceso, pero no reemplaza el análisis que tienen que hacer los estudiantes para relacionar los dos registros. Creemos que fomentar que se animen a explorar, ser autónomos y aprender de sus errores en estas pequeñas actividades, los puede ayudar en su formación como futuros ingenieros, que necesitan estas competencias en su vida profesional. Como te pasa a vos, también encontramos docentes que no apoyan el uso de estas herramientas y prefieren que grafiquen «a mano» (Y no es un problema de generación, yo llevo 32 años en la docencia universitaria…»casi todos» son más jóvenes que yo!!). No sé si respondo a tu pregunta. Cualquier duda, nos mantenemos en contacto. Gracias por la nota del diario! Saludos desde Bahía Blanca hasta Entre Ríos!!! Graciela.
Por las dudas, el e-mail de contacto que aparece a la derecha, no es el nuestro (dice julio.romero@gmail). Los correctos los pueden encontrar en el trabajo, o en la esquina inferior derecha del poster. Graciela.
Hola a todos! Es un placer participar de estas Jornadas, es muy rico el intercambio que se produce a partir de la socialización de experiencias e investigaciones sobre el uso educativo de la tecnología, y la posibilidad de disponer de espacios de diálogo.
Nos seguimos leyendo, cariños, Ana
Hola María Lorena! Muchas gracias por haber leído y comentado nuestro artículo. La nota del diario que compartís creo que coincide con el espíritu de lo que quisimos transmitir desde la pregunta que elegimos para título (y que fue motivación) de nuestra ponencia. Muy interesante! (me la llevo para usar como material desde el cual reflexionar sobre el uso de la tecnología con mis alumnos de profesorado en matemática).
Con respecto a la dificultad que detectamos en nuestros estudiantes para coordinar ambos registros, en esta primer oportunidad hemos puesto en marcha esta herramienta como un paliativo que posibilita que gracias a la lectura de la información que los alumnos obtienen del gráfico que la herramienta les devuelve, ellos puedan plantear y calcular, cuando sea necesario, las integrales dobles y triples que son algunos de los contenidos que nos proponemos estudiar en las cátedras de análisis para las cuales diseñamos la herramienta. Somos conscientes de que esta herramienta, aunque útil, no resuelve el problema de fondo, y estamos abordando en este momento un trabajo de investigación desde el cual estudiar esta problemática, seguramente más adelante podremos tener alguna primer aproximación a una respuesta a tu pregunta…
Saludos!! Ana
Hola Graciela y Ana!!
Recién caigo que ustedes comentaron mi trabajo, ¡qué despiste el mío! ¡¡Perdón!! Ya con la nota del diario las habré hartado jeje
Tomo algo que me encantó de lo que comentaste Graciela, eso que te dijo un alumno «usted escribe una cosa y dice otra». Entiendo que si un alumno se «animó» a decirte algo así, es porque vos le habilitaste el espacio para que lo haga y ello ya es importantísimo. Creo que una de las claves para darnos cuenta de lo que «pasa por la cabeza de nuestros alumnos» es permitirles que nos lo cuenten, que nos digan qué piensan, qué sienten, qué entienden y qué no. Crear un vínculo de confianza docente-alumnos es esencial para poder avanzar en propuestas que (nos) permitan trabajar desde las dificultades y necesidades de nuestros alumnos. Digo esto porque en mi institución la mayoría de los chicos no se anima a plantear lo que no entienden, simplemente escuchan las clases, copian lo que el docente escribe en el pizarrón, automatizan respuestas y luego, con suerte, se estudian de memoria la teoría y la pasan. Con la práctica no hay mucha vuelta, es cuestión de que practiquen, a pesar de no entender ni lo que hacen, y luego repitan todo eso en un examen parcial o final. Esa es la matemática que estamos enseñando, una matemática que lo único que promueve es desinterés, frustración y hasta cierto «odio» por saber que deben estudiar algo que no le ven ninguna utilidad. Capaz que suena un poco fuerte lo que digo, pero es lo que pienso… y por decirlo me quedé solita con mis ideas 🙁
Hola, María Lorena! No estás solita! Estoy de acuerdo con vos, y en nuestra institución también hay docentes que «enseñan la matemática» que vos decís.También ese puede ser el motivo que haya alumnos que no se «enganchen»: pueden elegir otra comisión y aprobar estudiando de memoria. Änimo y nos seguimos comunicando!!