Hola, María Lorena! Me resultó muy interesante la propuesta, motivando a los alumnos a que sean autónomos y usen los medios a su alcance para resolver sus problemas (aunque la docente se haya «apurado» con su participación, seguramente bajo la presión de los alumnos!). Según comentás, la experiencia se hizo con un grupo de 260 alumnos. ¿Cómo hicieron para hacer un seguimiento de sus actitudes? (por ejemplo, cuando comentan lo que hizo la mayoría).. ¿Los dividieron en grupos? ¿Cuántos docentes participaron de la propuesta? Nosotros también tenemos grupos numerosos (aunque no tanto!) y es un problema registrar la participación de cada uno de ellos!! Muchas gracias! Graciela.
María Lorena Guglielmone
2 noviembre, 2017 at 12:16 pm
¡Hola Graciela!
¡Muchas gracias por sumarte y participar! Te comento que la propuesta formó parte de la primera etapa de mi tesis de la Maestría en Procesos Educativos mediados por Tecnologías de la UNC, dirigida por la Dra. Cristina Camós y co-dirigida por la Dra. Carina Lion. Con la orientación de ellas, construí la propuesta y la implementé yo sola. Lamentablemente no cuento en mi universidad con colegas que acompañen este tipo de propuestas, por lo que te imaginarás que fue un arduo trabajo. Hice lo que pude para recolectar información, lo hice a través de registros (después de cada clase) en mi diario de tesis, a través de fotos tomadas en las clases presenciales y todo lo que quedó registrado en el aula virtual, particularmente las participaciones de los alumnos en los foros propuestos con diferentes actividades. Al finalizar el curso, les propuse que resolvieran una evaluación a través del campus virtual, usando la herramienta de cuestionario del Moodle, pero buscando principalmente dar una retroalimentación detallada de cada problema propuesto y sugiriéndoles, a los que quisieran, que entregaran lo que habían realizado para resolver los problemas de la evaluación. Esa evaluación fue optativa y habiendo ya comenzado el cursado del cuatrimestre, fueron pocos los que la realizaron.
Respecto a los grupos, los alumnos estaban divididos por comisiones, siendo 4 comisiones de Contador y Administración, y 2 de Sistemas, por lo que las clases presenciales las desarrollé por comisión. Sin embargo, quise hacer la misma división desde el aula virtual, pero por algunas complicaciones técnicas que surgieron cuando hice la separación en grupos y no siendo muchos los que se animaban a participar de los foros (sumado al poco tiempo que contábamos: un mes de curso), decidí dejarlos a todos juntos, sin separarlos dentro del aula virtual.
Fue una experiencia muy linda pero muy agotadora. Creo que lo mejor que nos puede pasar cuando buscamos innovar, es contar con el apoyo de colegas y, por supuesto, de toda la institución, sino realmente las innovaciones se hacen muy cuesta arriba y, en general, no llegan muy lejos.
Susana Jurado
2 noviembre, 2017 at 2:49 pm
Hola, Lorena:
te imagino como Don Quijote, luchando contra los molinos de viento.
Más tarde o más temprano, todos tendrán que subirse a este tren y ya no estarás tan sola.
Tu propuesta es excelente! A no decaer!
María Lorena Guglielmone
2 noviembre, 2017 at 4:36 pm
Gracias, Susana! Sí, cuesta pero lo importante es, como bien decís, no decaer. Acá seguiremos intentando mejorar lo que hacemos 😉
Claudia Dalberny
2 noviembre, 2017 at 2:06 pm
Hola Lorena me resulto muy interesante, innovadora y creativa la propuesta que implementaste. Muchas veces estas implementaciones se hacen con mucho esfuerzo, soledad, mucho trabajo y creo que nos pasa a muchos en este intento de hacer implementaciones innovadoras y toparnos con resistencias institucionales, por parte de los colegas, otros, etc., por suerte en lo que nos sucede lo mismo por parte de los alumnos y eso me parece muy alentador. Me parece muy pertinente toda la fudamentacion teorica sobre la que sustentas la implementación y me encano pensar en la «inclusión genuina» dandole importancia a los proyectos educativos que toman o se sirven de las tecnologias con un sentido didáctico. Solidario palabras de Cristóbal Cobo en su libro. Para que la incorporación de la tecnologia en el aula sea significativa, tiene que estar acompañada por cambios mas transversales en la cultura educativa. El aprendizaje significativo no depende del dispositivo o software que utilicemos, sino de la manera en que se adopta, se apropia y se pone en funcionamiento y de las condiciones que favorecen su aprovechamiento. La incomodidad necesaria, agregaria «continua», esa permanente inquietud nos permitirá reflexionar para fortalecer los aprendizajes vinculados con cambios socioculturales, para que esten acordes a las demandas de la epoca. Me parece muy interesante la idea de que estos cambios promuevan aprendizajes que permitan desarrollar y privilegiar las competencias necesarias para adaptarse a los nuevos requerimientos. Gracias Lorena!
Charis Maricel Guiller
2 noviembre, 2017 at 3:26 pm
Hola a tod@s! Bienvenidos! Soy Charis Guiller moderadora de este foro. Le agradezco a Lorena, autora de la ponencia por su presencia en el foro, y a quienes ya han comenzado a dejar sus comentarios sobre el trabajo presentado.
Invito a quienes les interese dejar sus aportes y preguntas para enriquecer este espacio!
Saludos!
María Lorena Guglielmone
2 noviembre, 2017 at 4:35 pm
Hola Clau!
Muchas gracias por tu comentario!! Te cuento que siempre tengo presente este fragmento del último libro de Mariana Maggio (Enriquecer la Enseñanza):
«Un docente que reconoce los entornos de especialización en su área, se los apropia y participa activamente, usa las posibilidades que le ofrecen las tecnologías para ir más allá en su formación. Deviene experto a través de esas posibilidades y, cuando lo hace, se convierte en un sujeto cultural atravesado por la tecnología y un usuario avanzado que puede reconocerla como su propio espacio para la creación. Este sujeto no duda a la hora de incorporar la tecnología en una propuesta didáctica, construye la mejor propuesta posible y en ella, la tecnología tendrá la expresión más interesante según lo requieran las finalidades educativas.»
Eso último es a lo que deberíamos aspirar, a construir buenas propuestas pedagógicas donde la tecnología las potencie y no las condicione. Muchas veces terminamos armando propuestas en torno a la tecnología disponible, instrumentalizando de esa manera la enseñanza y el aprendizaje. A mí entender, un grave error…
Graciela Paolini
2 noviembre, 2017 at 5:26 pm
Gracias por tu respuesta, Lorena! Y seguramente, ese entusiasmo que le ponés se contagia a los estudiantes!! Ojalá que pronto encuentres colaboradores para trabajar en equipo. Es muy enriquecedor poder hacerlo. Mucha suerte!!
Rafael Adrián Cornejo Endara
2 noviembre, 2017 at 7:24 pm
Hola Lorena muy interesante la propuesta de trabajo.
Rafael Adrián Cornejo Endara
2 noviembre, 2017 at 9:46 pm
hola Lorena:
Re leyendo tu trabajo observo que la propuesta persiguió entre otras cosas que los alumnos logren más autonomía respecto de su aprendizaje. Según tu percepción que resultados obtuviste respecto de esto con la implementación propuesta.
Ana Inés Cocilova
2 noviembre, 2017 at 10:57 pm
Hola Lorena! Me resultó muy interesante tu propuesta. Te felicito por la claridad con la que has logrado explicitar el posicionamiento desde el cual partís y los marcos teóricos que fundamentan tu labor.
Respecto a lo que expresás más arriba en el foro, cuando decís ¨ Eso último es a lo que deberíamos aspirar, a construir buenas propuestas pedagógicas donde la tecnología las potencie y no las condicione. Muchas veces terminamos armando propuestas en torno a la tecnología disponible, instrumentalizando de esa manera la enseñanza y el aprendizaje. A mí entender, un grave error…¨
Adhiero a tus palabras, y pensaba que muchas veces un error común en el que caemos los docentes al habilitar el uso de la tecnología en las aulas es justamente decirles que pueden usar tecnología! Es decir, si nosotros naturalizáramos su uso en el dictado de nuestras clases, pasarían a ser un útil más en la clase, y estaríamos dándoles el lugar a nuestros alumnos de decidir cuándo emplearlos, por qué, para qué… Creo que permitirles tomar esas decisiones es también parte de que logren esa autonomía que aspiramos que alcancen.
María Lorena Guglielmone
2 noviembre, 2017 at 11:20 pm
Totalmente de acuerdo, Ana!! Si bien cuando yo empecé a estudiar ya la calculadora estaba incorporada en las aulas, sé que lo mismo pasó con ese recurso: primero resistencia a que ingrese al aula, esa idea de que iba a hacer el trabajo de los alumnos y otras tantas más, y hoy en día está naturalizado su uso, nadie piensa en hacer cálculos engorrosos sin una calculadora. En ese proceso estamos ahora con las demás tecnologías, como ser el uso de los celulares (computadoras de bolsillo jeje) que si permitiéramos que ingresen de manera natural a las aulas y que sean un recurso más, estoy segura que, al menos en la educación superior, estaríamos acercándonos mucho más a la futura actividad profesional de nuestros alumnos.
Como siempre les digo a mis alumnos: a menos que se encuentren en una isla desierta y se les ocurra resolver un límite, una derivada, una integral compleja a mano, no creo que no vayan a usar la tecnología (cualquier aplicación de celu lo hace ya) para realizar todo lo que sea cálculos. Justo hoy leí esta nota del diario El País de España que me gustó mucho: https://elpais.com/economia/2017/10/30/actualidad/1509378342_617037.html
Y me quedé con esta frase: ¿Por qué obligamos a los estudiantes a dedicar tantos años de su vida a aprender lo que un teléfono resuelve en segundos?
Interesante para seguir reflexionando sobre lo que enseñamos y lo que dejamos de enseñar, ¿no?
María Lorena Guglielmone
2 noviembre, 2017 at 11:09 pm
Hola Rafael, desde mi propuesta busqué que los alumnos ganaran mayor autonomía con el uso de diferentes recursos para que pudieran utilizarlos a la hora de aprender y estudiar las matemáticas, en principio, del 1er año de las carreras mencionadas. Pero hay una realidad, todos esos recursos no se les permite tener al momento de rendir, los chicos solamente pueden trabajar con la calculadora y deben dejar todo expresado en el papel. La matemática en mi facultad, como pasa en la mayoría de las instituciones de nivel superior, sigue estancada en el tiempo, la tecnología avanza en todos los aspectos de nuestra vida, la incorporamos sin mayores problemas, pero en la educación seguimos reticentes a su uso. Claro, porque permitir que los chicos usen diferentes recursos nos obligaría a modificar la forma de enseñar que, en matemática, está muy vinculada a la rutinización y mecanización de ejercicios más que a la exploración, análisis, reflexión, argumentación, etc., y para realizar ese cambio se requiere de ganas, tiempo y mucho trabajo.
Yo soy docente (JTP) de Análisis Matemático en 1er año de Sistemas y de Mat. Discreta en el 1er año de las carreras de Contador y Administración, y lo que fui notando a medida que avanzaba el año es que dejaron de usar esos recursos, al menos en clase, porque los demás docentes no promueven su uso y, lo más importante, porque saben que después en el examen final no podrán utilizarlos. Yo si fuera uno de ellos, capaz que termino haciendo lo mismo… para qué voy a molestarme en usar diferentes tecnologías si después no me van a dejar usarlas, ¿no? Esa es una realidad que pasa muchas veces cuando la enseñanza no va de la mano de la evaluación… La realidad es que los alumnos estudian en función de cómo son evaluados, y contra eso no puedo hacer nada, no soy titular de ninguna de las cinco materias en las que me desempeño hace muchos años en la misma facultad. Es lamentable, pero es una realidad con la que convivo todos los días.
lucila tamburello
3 noviembre, 2017 at 1:55 am
Hola Lorena.
Me interesó tu trabajo, ya que son los primeros pasos sobre un proyecto que se profundizará y modificará según esta experiencia, seguramente, en un futuro; y es ese primer paso que a muchos docentes y alumnos nos cuesta dar.
Es interesante ver, como tomas en cuenta, que, en palabras de Van Dick: » las aplicaciones de internet construidas sobre los cimientos ideológicos y tecnológicos de la web 2.0 conforman un nuevo estrato de organización de la vida cotidiana», es decir, que son transversales a todas las actividades que realizamos día a día, incluyendo la educación. Entonces ¿Por qué no utilizarlas como facilitador del aprendizaje?
Como planteas en tu trabajo “hacer matemática se debe acercar al modo de trabajo del matemático, quien resuelve problemas haciendo uso de su entorno físico, social y simbólico”;
Y claramente es lo que realizan los alumnos, utilizan su entorno físico (cuando recurren a la ayuda de su docente), al social y simbólico al utilizar las aplicaciones dadas y los recursos que ellos ya utilizan a diario como, por ejemplo, el traductor para resolver un ejercicio.
Imagino que debe haber sido una tarea difícil pensar el aprendizaje mas allá de las cuatro paredes del aula, implementando un aprendizaje ubicuo, entre la educación formal y la informal; donde las tecnologías ofrecen puentes educativos y de entretenimiento al mismo tiempo (como los gráficos, imágenes y diapositivas para resolver con lenguaje simbólico que se muestran). Esta idea que planteas de trasvasamiento entre lo que sucede en el aula y fuera de ella, de porosidad, de permitir que la institución educativa no sea un muro impermeable, sino que desde el intercambio entre el “afuera” y el “adentro” se produzcan experiencias vitales con las tecnologías, es sumamente necesaria para pensar la educación hoy; aunque no de cualquier manera, me resulta interesante destacar: “el aprendizaje no depende de la tecnología utilizada sino de la forma en que se la adopta y de las condiciones que favorecen su aprovechamiento”.
Este tipo de modalidad de trabajo lo plantea Carina Lion en “enseñar con tic. Desafíos y horizontes” cuando habla de “narrativas expansivas o puentes”, como dije anteriormente, remite a la porosidad, a la extensión del aula. Realidades que combinan lo presencial y lo virtual. Pero me surgen algunos interrogantes… ¿Qué conexión se establece entre las distintas aplicaciones que se les brindan a los estudiantes? ¿Permiten la interacción entre estudiantes? ¿Se relacionan con las redes sociales?
Me gustaría dejar una cita (teniendo en cuenta la conclusión de tu trabajo) de Carolina Lion, que me parece adecuada para el trabajo que realizaste “Estos desafíos traspasan lo didáctico porque tienen que ver tendencias culturales y políticas, implica entender qué sucede con las culturas juveniles y con sus procesos de pensamiento. Y qué hacemos con el crecimiento exponencial de la información, cuáles son las grandes comprensiones a lograr si queremos que la escuela vuelva a tener un sentido social clave”.
Paula Fragati
3 noviembre, 2017 at 7:32 am
Hola Lorena!!
Mi nombre es Paula soy profesora de matemática de nivel secundario y estoy cursando actualmente la licenciatura en Educación.
Coincido con vos, en la “incomodidad necesaria” que tenemos como educadores de querer mejorar los procesos de enseñanza – aprendizaje y pienso que la incorporación de las tic nos permite actualizar y transformar nuestras prácticas, generando nuevas formas de enseñar y aprender.
Este año, cursando materias de la licenciatura, comprendí verdaderamente la importancia y las ventajas de incorporar las tic en nuestras prácticas (siempre con un objetivo pedagógico).
Es verdad que al querer innovar, nos encontramos con miles de problemas, en general el docente está solo y no tiene apoyo de directivos e incluso hay escuelas en las que no hay computadoras y el uso del celular esta prohibido, limitando así las posibilidades de poder realizar una propuesta pedagógica innovadora.
Es muy interesante la nota del diario mi país. Es una pregunta que me realizo a diario. ¿Por qué obligamos a los estudiantes a dedicar tantos años de su vida a aprender lo que un teléfono resuelve en segundos?
En matemática tenemos miles de aplicaciones en el celular, pero como vos decís nos fijamos en la evaluación. Cuando los chicos egresan del secundario y realizan exámenes de ingreso a universidades como el cbc, son ellos, la hoja y a lo sumo la calculadora, no se permite nada mas. ¿El secundario los debe preparar para eso?¿Cómo hacemos para innovar y a la vez dar contenidos “duros” que son los que después serán evaluados?
Pero como decía antes las tic nos permiten actualizar y mejorar nuestra manera de enseñar. Es un proceso que lleva tiempo, estamos acostumbrados a la enseñanza tradicional (tanto docentes como estudiantes)
Muchas gracias por compartir esta experiencia!!
Saludos!!
Martin Mariano Julio Goin
3 noviembre, 2017 at 8:46 am
Hola Lorena
Celebro esta innovación donde los alumnos son motivados de una manera distinta. Salir de la «Zona de Confort» es el desafió de muchos docentes y para hacerlo que mejor que divulgar estas experiencias. Se me ocurre que estas motivaciones pueden resultar interesantes como disparadores de ideas para impulsarlos a seguir construyendo conocimientos con las TIC.
En este caso se hizo la experiencia en matemática, pero bien podría servir para otras áreas.
Te agradezco la exposición que compartís Lorena.
Saludos!!!
María Lorena Guglielmone
3 noviembre, 2017 at 8:53 am
Gracias Paula y Lucila por sus comentarios. Creo que es imposible pretender cambiar la realidad de la educación matemática actual, sin el necesario proceso que todo cambio educativo conlleva, pero sí creo que, como primer paso, debemos permitirnos reflexionar y debatir sobre estas cuestiones que van apareciendo, esta incomodidad necesaria que nos permita replantearnos lo que hacemos en las aulas. Y ese es un primer paso tan necesario como importante para lograr verdaderos cambios. En particular, en mi institución ese debate no se da. Cuando sugiero algo, no obtengo respuestas y cuando digo algo en relación a cómo estamos formando a nuestros alumnos con una matemática que quedó en el pasado, aparecen enojos, peleas y hasta respuestas de titulares del tipo: «yo soy tu jefa y acá se hace lo que yo digo». En contextos así, esa necesidad de cambio queda en un sueño por (por ahora) «prohibido».
Igualmente, no pierdo las esperanzas de que esto, en algún momento, comience a modificarse (o los docentes se jubilen jeje)
Mil gracias a tod@s por sumarse y participar!!
Hola, María Lorena! Me resultó muy interesante la propuesta, motivando a los alumnos a que sean autónomos y usen los medios a su alcance para resolver sus problemas (aunque la docente se haya «apurado» con su participación, seguramente bajo la presión de los alumnos!). Según comentás, la experiencia se hizo con un grupo de 260 alumnos. ¿Cómo hicieron para hacer un seguimiento de sus actitudes? (por ejemplo, cuando comentan lo que hizo la mayoría).. ¿Los dividieron en grupos? ¿Cuántos docentes participaron de la propuesta? Nosotros también tenemos grupos numerosos (aunque no tanto!) y es un problema registrar la participación de cada uno de ellos!! Muchas gracias! Graciela.
¡Hola Graciela!
¡Muchas gracias por sumarte y participar! Te comento que la propuesta formó parte de la primera etapa de mi tesis de la Maestría en Procesos Educativos mediados por Tecnologías de la UNC, dirigida por la Dra. Cristina Camós y co-dirigida por la Dra. Carina Lion. Con la orientación de ellas, construí la propuesta y la implementé yo sola. Lamentablemente no cuento en mi universidad con colegas que acompañen este tipo de propuestas, por lo que te imaginarás que fue un arduo trabajo. Hice lo que pude para recolectar información, lo hice a través de registros (después de cada clase) en mi diario de tesis, a través de fotos tomadas en las clases presenciales y todo lo que quedó registrado en el aula virtual, particularmente las participaciones de los alumnos en los foros propuestos con diferentes actividades. Al finalizar el curso, les propuse que resolvieran una evaluación a través del campus virtual, usando la herramienta de cuestionario del Moodle, pero buscando principalmente dar una retroalimentación detallada de cada problema propuesto y sugiriéndoles, a los que quisieran, que entregaran lo que habían realizado para resolver los problemas de la evaluación. Esa evaluación fue optativa y habiendo ya comenzado el cursado del cuatrimestre, fueron pocos los que la realizaron.
Respecto a los grupos, los alumnos estaban divididos por comisiones, siendo 4 comisiones de Contador y Administración, y 2 de Sistemas, por lo que las clases presenciales las desarrollé por comisión. Sin embargo, quise hacer la misma división desde el aula virtual, pero por algunas complicaciones técnicas que surgieron cuando hice la separación en grupos y no siendo muchos los que se animaban a participar de los foros (sumado al poco tiempo que contábamos: un mes de curso), decidí dejarlos a todos juntos, sin separarlos dentro del aula virtual.
Fue una experiencia muy linda pero muy agotadora. Creo que lo mejor que nos puede pasar cuando buscamos innovar, es contar con el apoyo de colegas y, por supuesto, de toda la institución, sino realmente las innovaciones se hacen muy cuesta arriba y, en general, no llegan muy lejos.
Hola, Lorena:
te imagino como Don Quijote, luchando contra los molinos de viento.
Más tarde o más temprano, todos tendrán que subirse a este tren y ya no estarás tan sola.
Tu propuesta es excelente! A no decaer!
Gracias, Susana! Sí, cuesta pero lo importante es, como bien decís, no decaer. Acá seguiremos intentando mejorar lo que hacemos 😉
Hola Lorena me resulto muy interesante, innovadora y creativa la propuesta que implementaste. Muchas veces estas implementaciones se hacen con mucho esfuerzo, soledad, mucho trabajo y creo que nos pasa a muchos en este intento de hacer implementaciones innovadoras y toparnos con resistencias institucionales, por parte de los colegas, otros, etc., por suerte en lo que nos sucede lo mismo por parte de los alumnos y eso me parece muy alentador. Me parece muy pertinente toda la fudamentacion teorica sobre la que sustentas la implementación y me encano pensar en la «inclusión genuina» dandole importancia a los proyectos educativos que toman o se sirven de las tecnologias con un sentido didáctico. Solidario palabras de Cristóbal Cobo en su libro. Para que la incorporación de la tecnologia en el aula sea significativa, tiene que estar acompañada por cambios mas transversales en la cultura educativa. El aprendizaje significativo no depende del dispositivo o software que utilicemos, sino de la manera en que se adopta, se apropia y se pone en funcionamiento y de las condiciones que favorecen su aprovechamiento. La incomodidad necesaria, agregaria «continua», esa permanente inquietud nos permitirá reflexionar para fortalecer los aprendizajes vinculados con cambios socioculturales, para que esten acordes a las demandas de la epoca. Me parece muy interesante la idea de que estos cambios promuevan aprendizajes que permitan desarrollar y privilegiar las competencias necesarias para adaptarse a los nuevos requerimientos. Gracias Lorena!
Hola a tod@s! Bienvenidos! Soy Charis Guiller moderadora de este foro. Le agradezco a Lorena, autora de la ponencia por su presencia en el foro, y a quienes ya han comenzado a dejar sus comentarios sobre el trabajo presentado.
Invito a quienes les interese dejar sus aportes y preguntas para enriquecer este espacio!
Saludos!
Hola Clau!
Muchas gracias por tu comentario!! Te cuento que siempre tengo presente este fragmento del último libro de Mariana Maggio (Enriquecer la Enseñanza):
«Un docente que reconoce los entornos de especialización en su área, se los apropia y participa activamente, usa las posibilidades que le ofrecen las tecnologías para ir más allá en su formación. Deviene experto a través de esas posibilidades y, cuando lo hace, se convierte en un sujeto cultural atravesado por la tecnología y un usuario avanzado que puede reconocerla como su propio espacio para la creación. Este sujeto no duda a la hora de incorporar la tecnología en una propuesta didáctica, construye la mejor propuesta posible y en ella, la tecnología tendrá la expresión más interesante según lo requieran las finalidades educativas.»
Eso último es a lo que deberíamos aspirar, a construir buenas propuestas pedagógicas donde la tecnología las potencie y no las condicione. Muchas veces terminamos armando propuestas en torno a la tecnología disponible, instrumentalizando de esa manera la enseñanza y el aprendizaje. A mí entender, un grave error…
Gracias por tu respuesta, Lorena! Y seguramente, ese entusiasmo que le ponés se contagia a los estudiantes!! Ojalá que pronto encuentres colaboradores para trabajar en equipo. Es muy enriquecedor poder hacerlo. Mucha suerte!!
Hola Lorena muy interesante la propuesta de trabajo.
hola Lorena:
Re leyendo tu trabajo observo que la propuesta persiguió entre otras cosas que los alumnos logren más autonomía respecto de su aprendizaje. Según tu percepción que resultados obtuviste respecto de esto con la implementación propuesta.
Hola Lorena! Me resultó muy interesante tu propuesta. Te felicito por la claridad con la que has logrado explicitar el posicionamiento desde el cual partís y los marcos teóricos que fundamentan tu labor.
Respecto a lo que expresás más arriba en el foro, cuando decís ¨ Eso último es a lo que deberíamos aspirar, a construir buenas propuestas pedagógicas donde la tecnología las potencie y no las condicione. Muchas veces terminamos armando propuestas en torno a la tecnología disponible, instrumentalizando de esa manera la enseñanza y el aprendizaje. A mí entender, un grave error…¨
Adhiero a tus palabras, y pensaba que muchas veces un error común en el que caemos los docentes al habilitar el uso de la tecnología en las aulas es justamente decirles que pueden usar tecnología! Es decir, si nosotros naturalizáramos su uso en el dictado de nuestras clases, pasarían a ser un útil más en la clase, y estaríamos dándoles el lugar a nuestros alumnos de decidir cuándo emplearlos, por qué, para qué… Creo que permitirles tomar esas decisiones es también parte de que logren esa autonomía que aspiramos que alcancen.
Totalmente de acuerdo, Ana!! Si bien cuando yo empecé a estudiar ya la calculadora estaba incorporada en las aulas, sé que lo mismo pasó con ese recurso: primero resistencia a que ingrese al aula, esa idea de que iba a hacer el trabajo de los alumnos y otras tantas más, y hoy en día está naturalizado su uso, nadie piensa en hacer cálculos engorrosos sin una calculadora. En ese proceso estamos ahora con las demás tecnologías, como ser el uso de los celulares (computadoras de bolsillo jeje) que si permitiéramos que ingresen de manera natural a las aulas y que sean un recurso más, estoy segura que, al menos en la educación superior, estaríamos acercándonos mucho más a la futura actividad profesional de nuestros alumnos.
Como siempre les digo a mis alumnos: a menos que se encuentren en una isla desierta y se les ocurra resolver un límite, una derivada, una integral compleja a mano, no creo que no vayan a usar la tecnología (cualquier aplicación de celu lo hace ya) para realizar todo lo que sea cálculos. Justo hoy leí esta nota del diario El País de España que me gustó mucho: https://elpais.com/economia/2017/10/30/actualidad/1509378342_617037.html
Y me quedé con esta frase: ¿Por qué obligamos a los estudiantes a dedicar tantos años de su vida a aprender lo que un teléfono resuelve en segundos?
Interesante para seguir reflexionando sobre lo que enseñamos y lo que dejamos de enseñar, ¿no?
Hola Rafael, desde mi propuesta busqué que los alumnos ganaran mayor autonomía con el uso de diferentes recursos para que pudieran utilizarlos a la hora de aprender y estudiar las matemáticas, en principio, del 1er año de las carreras mencionadas. Pero hay una realidad, todos esos recursos no se les permite tener al momento de rendir, los chicos solamente pueden trabajar con la calculadora y deben dejar todo expresado en el papel. La matemática en mi facultad, como pasa en la mayoría de las instituciones de nivel superior, sigue estancada en el tiempo, la tecnología avanza en todos los aspectos de nuestra vida, la incorporamos sin mayores problemas, pero en la educación seguimos reticentes a su uso. Claro, porque permitir que los chicos usen diferentes recursos nos obligaría a modificar la forma de enseñar que, en matemática, está muy vinculada a la rutinización y mecanización de ejercicios más que a la exploración, análisis, reflexión, argumentación, etc., y para realizar ese cambio se requiere de ganas, tiempo y mucho trabajo.
Yo soy docente (JTP) de Análisis Matemático en 1er año de Sistemas y de Mat. Discreta en el 1er año de las carreras de Contador y Administración, y lo que fui notando a medida que avanzaba el año es que dejaron de usar esos recursos, al menos en clase, porque los demás docentes no promueven su uso y, lo más importante, porque saben que después en el examen final no podrán utilizarlos. Yo si fuera uno de ellos, capaz que termino haciendo lo mismo… para qué voy a molestarme en usar diferentes tecnologías si después no me van a dejar usarlas, ¿no? Esa es una realidad que pasa muchas veces cuando la enseñanza no va de la mano de la evaluación… La realidad es que los alumnos estudian en función de cómo son evaluados, y contra eso no puedo hacer nada, no soy titular de ninguna de las cinco materias en las que me desempeño hace muchos años en la misma facultad. Es lamentable, pero es una realidad con la que convivo todos los días.
Hola Lorena.
Me interesó tu trabajo, ya que son los primeros pasos sobre un proyecto que se profundizará y modificará según esta experiencia, seguramente, en un futuro; y es ese primer paso que a muchos docentes y alumnos nos cuesta dar.
Es interesante ver, como tomas en cuenta, que, en palabras de Van Dick: » las aplicaciones de internet construidas sobre los cimientos ideológicos y tecnológicos de la web 2.0 conforman un nuevo estrato de organización de la vida cotidiana», es decir, que son transversales a todas las actividades que realizamos día a día, incluyendo la educación. Entonces ¿Por qué no utilizarlas como facilitador del aprendizaje?
Como planteas en tu trabajo “hacer matemática se debe acercar al modo de trabajo del matemático, quien resuelve problemas haciendo uso de su entorno físico, social y simbólico”;
Y claramente es lo que realizan los alumnos, utilizan su entorno físico (cuando recurren a la ayuda de su docente), al social y simbólico al utilizar las aplicaciones dadas y los recursos que ellos ya utilizan a diario como, por ejemplo, el traductor para resolver un ejercicio.
Imagino que debe haber sido una tarea difícil pensar el aprendizaje mas allá de las cuatro paredes del aula, implementando un aprendizaje ubicuo, entre la educación formal y la informal; donde las tecnologías ofrecen puentes educativos y de entretenimiento al mismo tiempo (como los gráficos, imágenes y diapositivas para resolver con lenguaje simbólico que se muestran). Esta idea que planteas de trasvasamiento entre lo que sucede en el aula y fuera de ella, de porosidad, de permitir que la institución educativa no sea un muro impermeable, sino que desde el intercambio entre el “afuera” y el “adentro” se produzcan experiencias vitales con las tecnologías, es sumamente necesaria para pensar la educación hoy; aunque no de cualquier manera, me resulta interesante destacar: “el aprendizaje no depende de la tecnología utilizada sino de la forma en que se la adopta y de las condiciones que favorecen su aprovechamiento”.
Este tipo de modalidad de trabajo lo plantea Carina Lion en “enseñar con tic. Desafíos y horizontes” cuando habla de “narrativas expansivas o puentes”, como dije anteriormente, remite a la porosidad, a la extensión del aula. Realidades que combinan lo presencial y lo virtual. Pero me surgen algunos interrogantes… ¿Qué conexión se establece entre las distintas aplicaciones que se les brindan a los estudiantes? ¿Permiten la interacción entre estudiantes? ¿Se relacionan con las redes sociales?
Me gustaría dejar una cita (teniendo en cuenta la conclusión de tu trabajo) de Carolina Lion, que me parece adecuada para el trabajo que realizaste “Estos desafíos traspasan lo didáctico porque tienen que ver tendencias culturales y políticas, implica entender qué sucede con las culturas juveniles y con sus procesos de pensamiento. Y qué hacemos con el crecimiento exponencial de la información, cuáles son las grandes comprensiones a lograr si queremos que la escuela vuelva a tener un sentido social clave”.
Hola Lorena!!
Mi nombre es Paula soy profesora de matemática de nivel secundario y estoy cursando actualmente la licenciatura en Educación.
Coincido con vos, en la “incomodidad necesaria” que tenemos como educadores de querer mejorar los procesos de enseñanza – aprendizaje y pienso que la incorporación de las tic nos permite actualizar y transformar nuestras prácticas, generando nuevas formas de enseñar y aprender.
Este año, cursando materias de la licenciatura, comprendí verdaderamente la importancia y las ventajas de incorporar las tic en nuestras prácticas (siempre con un objetivo pedagógico).
Es verdad que al querer innovar, nos encontramos con miles de problemas, en general el docente está solo y no tiene apoyo de directivos e incluso hay escuelas en las que no hay computadoras y el uso del celular esta prohibido, limitando así las posibilidades de poder realizar una propuesta pedagógica innovadora.
Es muy interesante la nota del diario mi país. Es una pregunta que me realizo a diario. ¿Por qué obligamos a los estudiantes a dedicar tantos años de su vida a aprender lo que un teléfono resuelve en segundos?
En matemática tenemos miles de aplicaciones en el celular, pero como vos decís nos fijamos en la evaluación. Cuando los chicos egresan del secundario y realizan exámenes de ingreso a universidades como el cbc, son ellos, la hoja y a lo sumo la calculadora, no se permite nada mas. ¿El secundario los debe preparar para eso?¿Cómo hacemos para innovar y a la vez dar contenidos “duros” que son los que después serán evaluados?
Pero como decía antes las tic nos permiten actualizar y mejorar nuestra manera de enseñar. Es un proceso que lleva tiempo, estamos acostumbrados a la enseñanza tradicional (tanto docentes como estudiantes)
Muchas gracias por compartir esta experiencia!!
Saludos!!
Hola Lorena
Celebro esta innovación donde los alumnos son motivados de una manera distinta. Salir de la «Zona de Confort» es el desafió de muchos docentes y para hacerlo que mejor que divulgar estas experiencias. Se me ocurre que estas motivaciones pueden resultar interesantes como disparadores de ideas para impulsarlos a seguir construyendo conocimientos con las TIC.
En este caso se hizo la experiencia en matemática, pero bien podría servir para otras áreas.
Te agradezco la exposición que compartís Lorena.
Saludos!!!
Gracias Paula y Lucila por sus comentarios. Creo que es imposible pretender cambiar la realidad de la educación matemática actual, sin el necesario proceso que todo cambio educativo conlleva, pero sí creo que, como primer paso, debemos permitirnos reflexionar y debatir sobre estas cuestiones que van apareciendo, esta incomodidad necesaria que nos permita replantearnos lo que hacemos en las aulas. Y ese es un primer paso tan necesario como importante para lograr verdaderos cambios. En particular, en mi institución ese debate no se da. Cuando sugiero algo, no obtengo respuestas y cuando digo algo en relación a cómo estamos formando a nuestros alumnos con una matemática que quedó en el pasado, aparecen enojos, peleas y hasta respuestas de titulares del tipo: «yo soy tu jefa y acá se hace lo que yo digo». En contextos así, esa necesidad de cambio queda en un sueño por (por ahora) «prohibido».
Igualmente, no pierdo las esperanzas de que esto, en algún momento, comience a modificarse (o los docentes se jubilen jeje)
Mil gracias a tod@s por sumarse y participar!!